jueves, 17 de noviembre de 2011

Adaptaciones al medio ambiente del cerdo

Debido a su capacidad innata, los cerdos son capaces de adaptar su conducta al medio ambiente que los rodea; esta capacidad de adaptación del comportamiento a menudo se da por sentada, asumiendo que los animales se pueden ajustar a cualquier situación.

Posiblemente sea cierto el hecho que los animales son más adaptables en lo que refiere a conducta y adaptación que en lo nutricional, pero debemos ser conscientes de los límites que tiene su flexibilidad.

En este trabajo veremos algunos aspectos del comportamiento de los cerdos al alimentarse.

Características básicas del acto de comer

Algunos autores han descripto a los cerdos como comedores continuos, queriendo decir con esto que consumen pequeñas cantidades de alimento en forma frecuente. Sin embargo estas apreciaciones parecerían estar basadas en observaciones casuales y no en un análisis sistemático de los datos.

La clave para el análisis es saber cuándo cambia la motivación del animal entre comer y dedicarse a hacer otras actividades. Los intervalos más cortos son el resultado de las pausas que el cerdo hace durante un período de aprehensión, conseguir agua y volver a comer; pero esto no representa un cambio en la motivación, el verdadero cambio en la motivación se separan por intervalos más largos. En otras palabras los intervalos al comer de menos de 20 minutos se consideran como parte de la misma alimentación, mientras que los de más de 20 minutos de duración son considerados como verdaderos espacios entre comida (Hsia y Word-Gush ).

Los cerdos en corrales individuales ingirieron 12 comidas al día cuando se les proporcionó 8,5 horas de luz y 15,5 horas de oscuridad, pero aumentaron a 18 veces por día cuando se les dio luz continua. Aún cuando estos datos son limitados, parece ser que los cerdos comen entre 10 a 20 veces por día. Esta cantidad de ingesta disminuye entre los cerdos de mayor edad aún cuando están alojados en grupos y cuando se exponen a foto períodos normales.

En términos generales el cerdo es un animal diurno, lo cual significa que es activo principalmente durante el día , sin embargo, los cerdos feral son capaces de adaptarse a patrones de actividad nocturna, sobre todo si se exponen a la caza.

Los hábitos de alimentación que se observan en los cerdos domésticos son afectados por los patrones de iluminación y por la capacidad de acceso a los comederos. Personalmente creo en el patrón de mayor consumo durante las horas crepusculares de la mañana y de la tarde cuando tienen un foto período de 8 a 12 horas de luz, este patrón crepuscular también se puede ver cuando los cerdos evitan comer durante las horas de más calor, aun cuando también hemos observados patrones sostenidos de consumo a lo largo de todo el día, incluso en épocas de verano. Estos resultados indican que los patrones de conducta alimenticia durante las horas de luz son muy flexibles y que están afectados por diversos factores, pero la actividad de consumo nocturno es por lo general baja.

Fue posible sostener el patrón de consumo crepuscular cuando se utilizaron la cantidad de animales recomendadas por el fabricante de un tipo de comedero, 10 animales por boca; sin embargo este patrón estuvo diferenciado cuando se alojaron 20 animales, y llego a ser esencialmente contiguo a lo largo de las 24 hs cuando el grupo aumento a 30 animales ( Walker 1991). No se sabe que tan estresante es la transición de los patrones de consumo diurno a los nocturnos, resultante de la escasez de espacio de comederos.

En los comederos que se usaban anteriormente y en algunos que todavía se fabrican, el consumo se dificultaba con toda intención con la finalidad de disminuir el desperdicio, al lograr que los cerdos realicen un esfuerzo para conseguir su alimento, los fabricantes esperaban evitar la acumulación de alimento en las bocas de los comederos, para prevenir el desperdicio, en la actualidad varios fabricantes han adoptado el enfoque de facilitar el consumo, permitiendo que los cerdos tengan un acceso más fácil al alimento proporcionando bocas mas espaciosas. La mayoría de los comederos están diseñados con esta intención, este enfoque reduce el desperdicio al permitir los movimientos naturales al comer, sin que esto favorezca el desperdicio de alimento.

Estos dos enfoques pueden generar diferentes velocidades de consumo. La velocidad de consumo de 80 cerdos en un comedero con bocas espaciosas fue de aproximadamente 37 grs./segundo, pero se aumentó a 62 grs/segundo, con un comedero de espacio restrictivo en el tamaño de las bocas.(Gonyou et al, 2007). El hecho es que el consumo de alimento sea proporcional al peso metabólico, y que la tasa de ingestión sea proporcional al peso corporal, da como resultado un mayor tiempo de duración prandial para los lechones que para los cerdos en terminación.

La forma en que se presenta la dieta afecta la velocidad de consumo, siendo el consumo en pellets bastante más rápida que la forma de presentación en harina, pero la adición de un 30 % de agua en el alimento harina incrementó la velocidad de consumo aun por encima de la de los pellets, pero la adición de agua a estos no tuvo efecto alguno.

En evaluaciones recientes con cerdos en crecimiento y terminación, determinaron que comen tres veces más rápido si el alimento se mezcla con agua (1: 1) antes de presentárselo al animal y que en los comederos seco/húmedo dedican menos tiempo para comer pero ingieren hasta un 5% más de alimento, en comparación con el tipo de comedero seco. Nuevamente, la capacidad de adaptación de la conducta de los cerdos a las distintos tipos de comederos y forma de presentar el alimento, se manifiesta en su comportamiento al comer.

Otros tres aspectos de la actualidad que influyen al comportamiento y a la nutrición son:

Las cerdas y las estereotipas

Las hembras de reemplazo y cerdas madres mantenidas en sistemas de confinamiento modernos de producción es frecuente que desarrollen conductas estereotipadas. Las estereotipas se han definido como movimientos repetidos en forma regular, cuya forma es idéntica y que carecen aparentemente de utilidad (Odberg). En las hembras de reemplazo y cerdas adultas las estereotipias consisten en movimientos repentinos orales y nasales como morder, masticar y hozar dirigidos a distintas partes del ambiente, algunos autores los consideran como indicadores de estrés y deficiencias en el bienestar animal.

Sin embargo, este aspecto se complica con la sugerencia de que las esteriotipas sirven como mecanismo de adaptación y ayudan al animal a soportar un ambiente adverso.

Esta hipótesis sugeriría que el grado de bienestar animal con esteriotipas es mayor que el de las cerdas que no la tienen. (Bergeron) informo que las cerdas con mayores niveles de esteriotipas tuvieron aumento de peso significativamente menores durante la gestación que las cerdas con menor grado de esteriotipas.

Se describen tres etapas de la conducta estereotipadas, la primera de las cuales se caracteriza por una conducta obsesiva en respuestas a una situación frustrante. En la segunda etapa esta conducta se torna fija y automatizada, mientras que en la tercera etapa se alcanza cuando la conducta se realiza fuera de las circunstancias originales de frustración o muestra una emancipación de su causa original.

Una vez establecida las estereotipias es muy difícil resolverlas. Se ha sugerido que la realización de conductas repetitivas refuerza la liberación de beta-endorfinas (Cronin), lo cual significaría que este tipo de conducta es auto gratificante. Las posibles razones de estereotipas en las cerdas gestantes son dos, el hambre y el confinamiento. Por si solo el hambre no es suficiente para generar estereotipias, puesto que los animales hambrientos no las muestran a menos que también tengan limitados sus movimientos.

Distintos trabajo demuestran que las cerdas que recibieron 4 Kg. de ración por día fueron menos activas y mostraron menor grado de estereotipias independientemente de las condiciones de su alberge. Estos resultados demuestran que tienen más posibilidades de desarrollar estereotipas la restricción de alimento que el confinamiento solo. (Bergeron) tuvo en cuenta varis aspectos de conductas estereotipadas en la cerda y evaluó más a fondo la interacción entre estereotipas ambiéntales y nutricionales.

Encontró que el hecho de proporcionar más espacio y libertad de movimiento no es suficiente para prevenir el desarrollo de este tipo de conducta. En cuanto a lo nutricional hay dos factores a tener en cuenta, una falta de energía, lo cual produce hambre, y la falta de fibra, el hecho de administrar a las cerdas una dieta rica en energía sin incrementar la cantidad de alimento redujo la incidencia de estereotipias, lo cual sugiere que el hambre es una causa importante. Sin embargo, la práctica de proporcionar a la cerda una cantidad excesiva de fibra, no redujo consistentemente la conducta estereotípica.



La pregunta es porque no todas las cerdas desarrollan estereotipas o, en otras palabras, que otras alternativas conductuales emplean algunos animales. Las razones no están bien claras, sin embargo, se han hecho algunas sugerencias, algunos autores sugieren que los animales tienen distintos niveles de tolerancia a su ambiente, otros, observaron diferencias genéticas, los individuos también pueden diferir en su predisposición a adquirir hábitos.

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